s la evaluación del oído utilizando un instrumento denominado otoscopio.
Este procedimiento permite visualizar el conducto auditivo externo y la membrana del tímpano y para poder efectuar el diagnóstico de distintas patologías. Sirve para evaluar la efectividad de cualquier tratamiento que se haya indicado para cualquier problema del oído.
Es una prueba rutinaria que se realiza en medio ambulatorio, indolora, apenas lleva unos minutos y no requiere ningún tipo de preparación.